Supongo que a ti también te ha pasado alguna vez que te has propuesto algo y al final no lo has conseguido. Se han ido diluyendo las fuerzas, has encontrado excusas motivos para dejarlo, Al final no te has visto capaz… Si ha sido así es posible que te hayas sentido desanimado o frustrado.
Y qué puedes hacer para evitarlo y sentirte súper motivado para conseguir tu objetivo? Planificar bien un objetivo es como tener todos los ingredientes preparados para cocinar un plato especial. Tenerlo todo preparado o pensado te ayudará y mucho, a que lo consigas.
1. Es importante que tu objetivo esté en línea con lo que tú eres y lo importante para ti. Es decir, si te propones algo que en el fondo no está alineado con tus valores es posible que acabes desistiendo y eso te hará perder confianza en ti mismo. Por ejemplo, si lo que quieres es tener más tiempo libre pero para ti también es importante la implicación en tu trabajo… O al revés, si es importante para ti demostrar quién eres en el trabajo pero no quieres perder tiempo para ti, es importante que valores qué va primero. Si no, lo más probable es que te encuentres con dificultades para llevarlo a cabo y se trata de ponértelo fácil, no lo olvides!
2. Planifica bien cómo lo llevarás a cabo. No es lo mismo proponerse hacer ejercicio que hacerse un plan sobre qué día empezarás, cómo lo harás, cuánto ejercicio harás, a dónde irás. Incluso puedes planificar de antemano las posibles dificultades que puedan surgir, por ejemplo, qué harás si se pusiera a llover, qué truco puedes utilizar para acordarte, qué harás si una parte de ti te dice que lo dejes para otro día,… Cuanto más planificado lo tengas, más energía tendrás para llevarlo a cabo.
3. Reflexiona sobre cuánto lo deseas. Proponerse un objetivo y llevarlo a cabo implica poner mucho de tu parte. Asegúrate de que tienes muchas ganas de conseguirlo. Necesitarás toda tu motivación y lo mejor es que si lo consigues te sentirás muy orgulloso de ti mismo. Por ejemplo, hacer una dieta. Si alguna vez te has planteado bajar unos kilos sabrás de lo que hablo. Analiza cuántas ganas tienes de conseguir tu objetivo y si estás dispuesto a tomar el compromiso contigo mismo antes de ponerte a ello. Te ahorrarás mucho desgaste. Siempre pagamos un precio. Por conseguir lo que queremos y por no hacerlo.
4. Cuando te plantees qué es lo quieres conseguir, reflexiona sobre si depende de ti 100%. Si no es así, cambia tu objetivo de manera que tú puedas controlar tus progresos. Si no depende exclusivamente de ti es posible que en algún momento te sientas frustrado o impotente y te quitará energía para un próximo objetivo.
5. Analiza todo lo que tienes, cuáles son todos tus recursos disponibles para conseguirlo. Haz listas con todos tus dones, habilidades, las cosas que se te dan bien. Observa en tu día a día qué cualidades tienes y te pueden ayudar a conseguirlo. Si no lo tienes claro o te cuesta verlo, valora la posibilidad de pedir ayuda. Tomar consciencia de todo lo que eres capaz es un regalo que te puedes hacer de por vida. Te lo digo por experiencia propia.
Ahora sí, qué objetivo quieres conseguir?!
Todo esto y mucho más lo trabajaremos en el próximo Workshop. Vente y prepárate para conseguir lo que es importante para ti.